En
los centros residenciales para personas mayores
de Santiago de Compostela, ingresan bastantes ancianos después de haber
sufrido un accidente doméstico demostrando que no están en condiciones de vivir
en soledad. El deterioro físico y mental que va causando el paso del tiempo es
la causa principal de la mayoría de los accidentes que sufren los mayores.
La pérdida de memoria a corto plazo, agudizada a medida que aumenta la edad
hace que el anciano no recuerde si tomó o no la medicación de la mañana, por lo
que “por si acaso” decide repetir la toma con la comida. Cuando, durante varios
días, se duplican las dosis de medicamentos, es frecuente que sobrevenga una
intoxicación. Esta es la causa principal por la que en los centros
residenciales para personas mayores de Santiago de Compostela
los
medicamentos son controlados por el personal del centro de forma que no se
produzcan ni olvidos ni repeticiones.
Esa misma pérdida de memoria es también
causa de otro de los accidentes más frecuentes que sufren las personas de edad:
Las quemaduras. Si tras colocar una
sartén al fuego, suena el teléfono, llaman a la puerta o se produce cualquier
otra distracción, no es extraño que se olvide de la sartén y, al rato, en la
cocina comiencen a propagarse las llamas. Las quemaduras sobrevienen al tratar
de apagarlas.
También las caídas son un accidente muy común. La pérdida de movilidad, de
visión y de reflejos convierte un ligero tropezón en una caída de consecuencias
más o menos graves. Para evitarlas, en la Residencia
O Castro, eliminamos todos los posibles obstáculos que pudieran originar
esos tropiezos y también hemos colocado diferentes puntos de agarre en las zonas
en las que puedan ser necesarios.
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